el positivismo de comte
El positivismo del siglo XIX se remitía a aquello que era "objetivamente observable", a partir del cual podrían formularse leyes.
Augusto Comte (1798-1857) colaborador de Saint-Simon, es reconocido como el filósofo que formuló el conjunto de premisas positivistas básicas.
Se atribuye a Comte haber llamado "Sociología" a un nuevo saber, que tenía como objeto el estudio de la sociedad y la formulación de las leyes que la rigen.
Comte sostenía que los fenómenos sociales podían ser estudiados sobre la base de un método. Las sociedades han progresado atravesando el estadio teológico, el estadio metafísico y el estadío positivo. las propuestas comtianas se basan en una concepción de la sociedad que la hace comparable a los organismos vivos. Comté confiaba en las virtudes de la aplicación de la ciencia y de la industrialización para la solución de los problemas de la humanidad. Definía a la industrialización como el capítulo más destacado de un largo proceso de avance del dominio del hombre sobre las fuerzas de la naturaleza.
Hubo grandes adelantos científicos y mucha explotación de nuevas fuentes de energía. Se mejoraron las condiciones de salud, aparecen vacunas.
En este proceso, el perfil de los sujetos que practicaban la ciencia fue cambiando. El científico de fines de siglo, un científico positivo, sometía sus trabajos a la crítica, controlando de este modo su calidad". Otorgaba legitimidad a los resultados, financiados por las propias empresas.
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El positivismo también se conectaba con algunas posiciones evolucionistas. El fisiólogo y naturalista ingles Charles Darwin, quién planteó la evolución de las especies por medio de la selección natural o preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida, fruto de largas investigaciones, durante los viajes incluyeron a la patagónia.
La teoría evolucionista se sumaba al positivismo en la impugnación de las interpretaciones teológicas, cuestionamiento de la "creación divina".
Estas teorías pueden encontrarse en buena parte del pensamiento político de las últimas décadas del siglo XIX.
Hubo grandes adelantos científicos y mucha explotación de nuevas fuentes de energía. Se mejoraron las condiciones de salud, aparecen vacunas.
En este proceso, el perfil de los sujetos que practicaban la ciencia fue cambiando. El científico de fines de siglo, un científico positivo, sometía sus trabajos a la crítica, controlando de este modo su calidad". Otorgaba legitimidad a los resultados, financiados por las propias empresas.
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El evolucionismo
El positivismo también se conectaba con algunas posiciones evolucionistas. El fisiólogo y naturalista ingles Charles Darwin, quién planteó la evolución de las especies por medio de la selección natural o preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida, fruto de largas investigaciones, durante los viajes incluyeron a la patagónia.
La teoría evolucionista se sumaba al positivismo en la impugnación de las interpretaciones teológicas, cuestionamiento de la "creación divina".
Estas teorías pueden encontrarse en buena parte del pensamiento político de las últimas décadas del siglo XIX.
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